Dice Alazar que Barack Obama ha cultivado durante su campaña una imagen de músico de jazz de los 60, o en sus propias palabras, se ha revestido de un “look Blue Note”. La verdad es que ciertamente, es la impresión que da, no cabe duda. Pero a raíz de esta idea, y siendo un tanto retorcido, creo que este asunto está más que premeditado, y que lo que se ha buscado es más sutil… Yo diría que esta impresión está pero que muy estudiada, calculada cuidadosamente por sus asesores de imagen, y que va más allá. Concretamente, Obama resulta un icono que nos remite inconscientemente a los luchadores por los derechos civiles de los 60, al Dr. King y sus ayudantes, a Meredith entrando en la universidad bajo custodia de la Guardia Nacional, a los disturbios en Oxford Town, a conciertos benéficos en Misisipí de Seeger, Dylan y compañía, a Kennedy. ¿A que parece una idea muy eficaz?
Y en el otro extremo, podríamos situar al Sr. Rodríguez Zapatero. No es momento para entrar en lo mal que le sientan los trajes que lleva, algo que está más allá de cualquier ideología al ser un dato puramente objetivo. Lo que le trae a estas líneas y a este tema es esa campaña tan chocante como eficaz, a juzgar por los resultados electorales obtenidos después. Me refiero a esa campaña dominada por una Z, con esa idea de personalismo a ultranza, en la que no se vende ya una idea (que igual ni existe) sino directamente a un sujeto concreto -aún a costa de darle unos cuantos puñetazos al diccionario de nuestra maltrecha lengua. A priori, podríamos pensar que en este caso, también los asesores de imagen han sido muy eficaces…
…pero no es así, en realidad. Al menos, han descuidado el voto de los aficionados al cómic, a quienes la campaña de la Z nos lleva inevitablemente a asociar a D. José Luis con -¡ni más ni menos!- el mismísimo ZORGLUB, otro adicto a su propia Z, a la que también rinde culto, dictador en ciernes gracias a haber inventado la “zorglonda”, esa onda que anula la voluntad del votante, y poseedor también de unas cejas que inspiran cualquier cosa menos confianza.
No, los aficionados al cómic nunca podremos votar a quien nos remite subliminalmente al peligroso enemigo de Spirou y Fantasio, empeñado en colocar publicidad en la luna y en hacerse con el control del mundo entero. Que nadie se ofenda, es algo superior a nuestras fuerzas y a nuestra voluntad. Al menos, hemos colocado a José Luis junto a Barack en el mismo artículo, y eso sabemos que le gusta mucho. Cosas de la imagen…